A los que se han mojado (03/10/2010)

Origen: Diario Córdoba – Publicada el 03/10/2010 - Francisco Luis Córdoba

De poco uso tengo para mí la empalagosa costumbre de encadenar parabienes con megafonía de papel, y mucho menos si son para quienes no han hecho otra cosa que cumplir con su obligación..., porque eso es lo que han hecho todos y cada uno de los responsables públicos que han protagonizado hasta ahora esta obsesión de Córdoba por el 2016: cumplir con su obligación.

No obstante, el descuido y las aristas con las que nació y creció este empeño le dan un especial valor a la rotundidad con la que el pasado jueves multiplicó, ya como finalista, sus posibilidades de éxito. La sensatez y eficacia demostradas en el tramo final de esta tarea colectiva le piden una excepción a mi alergia al besuqueo porque la dimensión de este objetivo le ha puesto, por fin, una nota alta a la capacidad de Córdoba para regresar la realidad después de décadas, si no siglos, de contemporizar con la frustración y la nostalgia.

La felicitación contenida que, por razón y mérito, a todos los cordobeses nos corresponde tiene también, en este caso, como especiales destinatarios a los que, de manera significada, se han mojado hasta el cuello en este charco por el que hoy navega, ya con rumbo firme, la confianza de la ciudad en el proyecto. Su virtud ni siquiera está en el éxito del jueves, sino en lo que de él se desprende, esa sensación colectiva que algunas firmas han considerado estos días como la dosis de autoestima que Córdoba necesita para despedirse del diván de sus complejos.

Muchos han sido los que en estos años de preparación de la candidatura han puesto su sello en alguna de las múltiples versiones o sinónimos que ofrece el compromiso: desde la ilusión al interés, desde el sueño hasta la ambición, desde el más simple de los anhelos a la más alta responsabilidad. Con el riesgo que supone lo que aún queda pendiente, a ellos --siempre sujetos a la crítica y desacostumbrados al halago--, les corresponde hoy este recuadro por el aliento que han puesto en la parte del camino que hasta ahora hemos recorrido.

...En este ejercicio de reconocimiento recuerdo ahora a Rosa Aguilar, el alma y el impulso que le puso alas al sueño; al actual alcalde, Andrés Ocaña, con su generosidad en el éxito y su elegancia al pelearlo; a Manuel Pérez, siempre en la vanguardia de la trastienda; a los dos rectores, Eugenio Domínguez y José Manuel Roldán, cada cual en su tiempo, pero ambos anudando distancias con altura y buen clima; a Miguel Angel Moratinos en su infinita parsimonia, por los reflejos y claridad que le puso a su apuesta; a Luis Carreto, que sembró y regó la idea cuando Córdoba más necesitaba un proyecto en el que creer; a la propia Carlota Álvarez, a quien se le puede regatear el aprecio, pero no el mérito; a Rafael Velasco, que asumió el coste previsto y se mojó por Córdoba sin trampa ni cartón; a José Antonio Nieto, por no hacer de este reto común una batalla particular; a los empresarios, hoy cuesta arriba, por el símbolo de su apoyo; a la complicidad, siempre firme, de Francisco Pulido; a Rafael Blanco, falto de competencias, pero sobrado de entrega; también a Carmen Calvo, aunque, desde los barrotes de su cargo, pusiera más gesto que verbo, y, por supuesto, a la exquisita ´ordinariez ´ con la que un Gala inapelable defendió el derecho de Córdoba en Madrid.

...Me quedo aquí, porque, obviamente, todos no caben. Solo recojo, a modo de ejemplo, el reducido manojo de nombres y apellidos que mi criterio, con sus límites, y mis preferencias, con sus caprichos, me sugieren. Junto a ellos quedan, sin duda, otros que han puesto tanto trabajo y fe, y en la memoria siempre quedará el difícil papel que ha supuesto para algunos/as de sus representantes el "obligado" funambulismo de la Junta y su recurrente "neutralidad activa".

Ahora, con el precedente de todos los que se han mojado y con el respaldo de ser la única candidatura andaluza, le toca al gobierno andaluz cumplir lo que ya ha prometido, no solo mojarse, sino empaparse de Córdoba y por Córdoba.

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